miércoles, 31 de agosto de 2011

Sombras en la noche (LXXXVIII)

Así como de la fealdad absoluta de ciertos elementos visuales uno pudiere escapar simplemente cerrando los ojos, no había manera alguna de huir de aquellos ruidos espantosos. Ni de aquella deliciosa música cuya melodía y ritmo eternizaban en el terrible rincón de los recuerdos.

martes, 30 de agosto de 2011

Sombras en la noche (LXXXVII)

Yo sentía como si mis ideas estuvieran contadas. Como si al escribir cada una, se iniciara una malvada resta que trocara en un solar ruinoso mi cerebro. Quizá por ese motivo, prefiriera guardarme para mí ciertas cosas.

viernes, 26 de agosto de 2011

Sombras en la noche (LXXXVI)

Lo realmente valioso de la vida, de la existencia, eran los sentimientos. Por ello debemos colocar al arte en el cielo de los altares de la ciencia; ya que el arte no es sino la expresión de los sentimientos y la ciencia la expresión de una realidad rara vez sentida.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Sombras en la noche (LXXXV)

El sueño profundo y, el sueño en definitiva eran los estados menos semejantes a las propias situaciones características de esta vida. Tal vez porque ni siquiera fueran estados. Uno no vivía, no estaba, no era consciente de su vida (y los sentimientos ligados a ella) entonces. Quizá por eso sea imposible vivir sin soñar.

lunes, 22 de agosto de 2011

Sombras en la noche (LXXXIV)

Entonces sentía deslizarme en cada centímetro de su cuerpo. Sentía su mirada cariñosa, afable y discreta al mirarme tímidamente. Sus pupilas eran dos ideas perdidas en las tinieblas de la noche; oscuras y brillantes al pasar por cada farola iluminaban los laberintos recónditos de mi cerebro. La conversación enrtonces era inexistente o carecía de importancia. Éramos presos de nuestros deseos.

A miles de millas de distancia, a Rìmini la boca de su acompañante de turno le resultaba familiar. Cada nuevo beso era más parecido al de su prima. ¿Qué sería de su prima?, compañera de juegos en la infancia y terribles postrimerías. La tomó siendo una niña inocente apenas picardeada por los juegos de la calle y la dejó siendo una amiga desinteresada y amante esquiva.

Esquiva por estar también tan bien.

viernes, 19 de agosto de 2011

Sombras en la noche (LXXXIII)

Todos los egregios filósofos del presente siglo (y del anterior) coinciden casi unánimemente en señalar que en primer lugar´el saber absoluto es imposible así como en segundo, la inopia o la ignorancia absoluta es igualmente imposible.

jueves, 18 de agosto de 2011

Sombras en la noche (LXXXXIII)


Yo siempre pensaba que la inspiración era trivial y azarosa. Una cuestión de fortuna. El arte era una eterna e interminable composición de inspiraciones. De ideas. Buscar estar inspirado era absurdo, desearlo siquiera también. El error indeleble era dejar pasar la inspiración como quien deja pasar a una mujer hermosa.

lunes, 15 de agosto de 2011

Sombras en la noche (LXXXII)

La vida era una espera interminable, una continua lucha para seguir existiendo, para continuar viviendo. Habíamos de pelear para conseguir el pan de cada día, la supervivencia de nuestros descendientes. Pero aún mucho más.

sábado, 13 de agosto de 2011

Sombras en la noche (LXXXI)


La idea del escritor (mi idea) no pretende retratar la vida tal y como es. O tal vez sí. En la sugestión está la clave. O forse en la descripción. Lo que más me molesta ahora es que todo sea un forse y quizá nada nunca sea un sempre; pero una vida predecible es siempre muy aburrida; ché. Expect the unexpected is beautiful digo.

-          Este momento que comparto con vos es uno de esos en los que solo me apetece estar solo, tumbado en mi cama, escuchando música.