Cierto grupo heterogéneo de nuevos eruditos norteamericanos recién doctorados en las diferentes disciplinas ofertadas y escogidas en la universidad de
Harvard propusieronse poco después de conocerse, realizar un
tour por los 50 estados de USA, con el excelente objetivo de acercar al pueblo y especialmente a los jóvenes todas aquellas ciencias de las que ellos eran contrastados expertos.
Pues bien, estos noveles lumbreras partieron en mayo a la tórrida
Tucson (
New México)tras 3 arduos y laboriosos meses estudiando el enfoque de la temática a tratar.
Para asombro de ellos, tanto el gobernador
nuevomexicano como el gobernador estatal, apoyaron la divulgación de la cultura y ayudaron tanto económicamente como publicitaria y
asistencialmente a los jóvenes, dotándolos de un fantástico coliseo con aforo para 750,000 personas, acompañado de un maravilloso
atrezzo.El primer día, abarrotado el recinto, pronto comenzaron a disertar y explicar a los allí presentes, las claves conceptuales e ideológicas de Platón con
respecto a la razón humana.
Pronto, el gentío comenzó a dispersarse, y
Noel Whitaker(nº 1 en derecho mercantil de su promoción) se lió un porro y sacó una guitarra eléctrica de su
camerino,
abandonándo la mesa del coloquio y arrimándose aún más a los todavía allí presentes.El
jóven se puso a cantar como un poseso desquiciado una famosa composición de los
Sex Pistols; después de esto(con 3
cubatas amén de cinco porros,hachís,etc.)empleó toda su presencia para incitar al ,de nuevo,tumultuoso público al sexo salvaje, las drogas, la fiesta y el
rock `n´
roll, sin mesura basándose en la corta longitud de la existencia humana.
Aquello
transformose, en el desmadre más grande jamás contado, la multitud creciente empezó a
chingarse por todos lados, a consumir estupefacientes ya dar dinero a todos los negocios
sureños a los que
Whitaker (como experto en Derecho)cobró unos severos porcentajes por tratarse el festival iniciativa propia.
Aquel carnaval de animalidad humana se prolongó largo tiempo y cada fin de primavera continuó
celebrándose hasta el fin de los tiempos-con la denominación "
Greatest Screw in the World"-, esta fue la causa por la que el mencionado
Noel Whitaker fue haciéndose hueco entre los magnates de la revista
Forbes.Además las competencias institucionales, hubieron de transigir respecto a este tema ya que no proveían de bonanza económica; el hecho de recibir millones de personas cada albor de estío suponía un alivio pecuniario.
Y...¿qué fue del ya descompuesto grupo de eruditos?, se
questionarán voscés, pues ellos aún fieles a sus esfumados ideales,
hallanse tal día como hoy, discutiendo e
investigando sobre la ley de
Hess en la oscuridad solitaria de las
inyertas bibliotecas de
Massachusets.