jueves, 30 de septiembre de 2010

Sombras en la noche (VIII)

Entonces yo vivía no sé porqué pero para –o me gustaba- encontrarme con ella. Así; de repente. Ver su rostro entre las anodinas cosas del mundo. Que me tratara como a un tarado cualquiera. Qué me sonriera mientras yo le sonreía y nos miráramos a los ojos. Que me dijera que mirarla la ponía nerviosa. Fijamente. Como a un espejo. Sin complejos. Que ella me propusiera un plan para que yo lo rechazara. Que me diese una cerveza sin yo habérsela pedido. Que le gustara que yo me fuera, desapareciendo, sin decir absolutamente nada.

martes, 28 de septiembre de 2010

Sombras en la noche (VII)

- ¿Qué coño pinta esto aquí? – me pregunta como si el lector no supiera que algo escrito entre signos interrogativos no es una cuestión.

- Algo tendré que escribir para el concurso, ¿no?

No respondió.

- Contá tú algo que estoy falto de ideas. Dale.

- De acuerdo. Yo nunca me arrepiento de nada, no por qué lo que yo haya hecho esté mal o bien sino por qué sencillamente lo he hecho yo. Y yo sé que yo no hago nada mal. Por qué lo he hecho yo simplemente. Ah, y vos sos un reloco y eso lo estás pagando caro, te estás alejando de grandes cosas que desearía todo hombre en sus cabales. Y lo sabes. Y no te importa; o al menos eso me parece. ¿Quieres que siga? Se me agotan los temas de conversación.

- ¿Por qué cuando quiero que hables se te agotan los temas y cuando quiero que te calles de una jodida vez eres un orador compulsivo? –dije severamente.

- La vida es así Manolito. Nunca es lo que querés que sea. En verano, el agua del grifo está caliente, justo cuando más calor hace. En invierno en cambio está fría de cojones. Hay que joderse. La realidad y el deseo…

- No te pongas melodramático que si no te da por beber y yo no voy a ser quien te lleve a cuestas hasta tu casa cuando estés tan bebido que no puedas levantarte del suelo.

- Mira quien habla. El que se pone borracho aún más loco y empieza hacer barbaridades como la vez que te subiste de la valla, te quedaste colgado y luego no tuviste cojones de bajar poniendo como excusa la longitud en vertical, en altura, entre tus pies y el pavimento.

- ¿Por qué siempre os da por recordar mis mismas miserias?

lunes, 27 de septiembre de 2010

Sombras en la noche (VI)

Temperamento esquizotímico (el protagonista según Kretschmer): dícese del ni alegre ni triste, del serio. Oscila desde la frialdad a la hipersensibilidad. Reprimido, desfalleciente o inflexible. Introvertido reservado. Dificultades para establecer relaciones sociales especialmente si son espontáneas. Poco sociable aunque desee ser lo contrario. Interpone una barrera de reserva entre su persona y el resto de la humanidad; tras este autismo se refugia. Sensible, espiritual y delicado. Original y extravagante. No capta ni entiende la realidad. Facilidad para lógica y pensamiento abstracto. Teóricos de los que los personajes más abiertos y sociales se nutren –de sus fantásticas ideas-. Pueden ejercer fascinación sobre las masas.




Temperamento ciclotímico (la protagonista según Kretschmer): Buen humor, natural. Abierta, espontánea, de amistad fácil. Variaciones de humor. Influyen y se dejar influir en los estados de ánimo del próximo. Extrovertida, comunicativa, sociable, bien aceptada por los demás. Oradores superficiales, charlatanes y chistosos.



Y sin embargo, mi amigo y yo sabemos que no hay blanco o negro. No hay ciclotímico o esquizotímico. Tan solo puntos intermedios entre ambos. Ella ha jugado a ser esquizotímica alguna vez. Yo habré sido ciclotímico por algún segundo.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Traducciones Oasis (Bring It On Down)


Bring It On Down04:17


What was that sound ringing around your brain? ¿Qué era ese sonido chirriando alrededor de tu cabeza?


Today was just a blur, you gotta head like a ghost train Hoy ha sido sólo una imagen borrosa, tienes la cabeza como un tren fantasma

What was that sound ringing around your brain?

You're here on your own who you gonna find to blame? Estás aquí solo, ¿a quién vas a culpar?



You're the outcast - you're the underclass Tu eres el marginado – tú eres el chusma

But you don't care - because you're living fast pero no te importa – porque vives rápido



You're the un-invited guest who stays 'till the end Eres el huésped no invitado que se queda hasta el final

I know you've got a problem that the devil sends Yo sé que tienes un problema que el diablo te envia

You think they're talking 'bout you but you don't know who Piensas que hablan de ti pero no sabes quien

I'll be scraping your life from the soul of my shoe tonight. Estaré descuartizando tu vida desde la suela de mi zapato esta noche.



Bring it on down. Bring it down for me Hazlo caer. Hazlo caer para mí

Your head's in a fish tank Tu cabeza está en un acuario

Your body and your mind can't breath Tu cuerpo y tu mente no pueden respirar



You're the outcast - you're the underclass

But you don't care - because you're living fast



You're the un-invited guest who stays 'till the end

I know you've got a problem that the devil sends

You think they're talking 'bout you but you don't know who

I'll be scraping your life from the soul of my shoe tonight






jueves, 23 de septiembre de 2010

Sombras en la noche (V)

De igual manera, cuando quedábamos para ir a algún lado me hacía coqueteos, flirteos, abrazos, agarrones y cogidas de la mano. Me veía necesitado de cariño, de calor humano, o así veía yo que me veía ella.




Aún así, yo permanecía la mayor parte del verano encerrado en mi parcela y saliendo en solitario para evadirme, hacer experimentos sociológicos y meditaciones metafísicas que aunque inútiles; mantenían mi mente ocupada en las nubes.



Ella, cuando venía su novio, que tenía que recorrer grandes distancias para verla, solía olvidarse (no por completo) de mí y me invitaba a cenar junto a ellos para que yo la viera arreglada abrazándose y morreándose con su novio universitario desde el sucio cristal opaco de mis gafas de Sol desde el mugriento cristal del vaso de cerveza que nunca estaba lo suficientemente lleno.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Sombras en la noche (IV)

IV



Ahora, al leer esto; mi amigo me dice:

- Qué tonto que eres. Es natural; técnicamente somos cachos de carne. Lo que hace especial los momentos no son los momentos en sí (objeto) sino lo que nosotros queramos que sean (sujeto); el significado que le demos. ¿Para que quieres tú a una mujer? Para aplastarla, besarla y hacer el amor. Mira tío, hacer el amor con alguien hacia la cual no sientes nada es como hacerte una macoca; sólo que en vez de con la mano es por una raja. Cuando yo estaba con la que amaba –le da miedo decir su nombre- hasta poner un pie sobre el piso era algo sublime; yo lo hacia sublime al estar con ella. Me daban vuelcos el corazón, los huesos y todas las fibras sensibles del cuerpo. Sentía, hermano, sentía.

martes, 21 de septiembre de 2010

Sombras en la noche (III)

III



En cambio, ella era diferente, si yo era cerrado ya antisocial; ella era una mujer abierta con capacidad de establecer relaciones humanas con quien quisiera. Simplemente, no tenía vergüenza en mostrarse tal y como era –cosa que a mí me causaba profundos estragos-. “Muestra lo que tienes en tu mente de una vez” me decía con una mirada, de pensamiento a pensamiento. Telepatía pura.



- Bésame la boca; a ver si siento algo.



Me besó, no sentí nada más que algo asqueroso, un extraño cuerpo húmedo y pegajoso que chocaba con su semejante, me hacia cosquillas en el paladar y me quitaba el sarro y los restos de papa frita escondidos entre las muelas que hube ingerido antes.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Sombras en la noche (II)

II

Un buen amigo, al leer lo que acabo de escribir se descojona, me dice que estoy aún más loco que él mismo y me expone:


- No sos el único que vive de ansías extrauniversales. Mirá los cristianos, los judíos y demás seguidores de sectas religiosas. Ellos creen en algo que no han visto, en un ser parmenídeo fuera de tiempo y espacio.

- ¿Estás intentando consolarme?

- No, te estoy demostrando que eres más normal de lo que piensas.

- Eso no es un consuelo. Siempre he huido de la normalidad, de los hábitos de la chusma, de ser un mediocre, de ser uno más. Hay que intentar ser algo diferente, nuevo y original; aunque sea mentira.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Sombras en la noche (I)

Este es el título de mi primera y única ¿novela? inacabada, indigesta, intemporal, indecidida e indecisa.

I

Allá en la región más áspera, sucia, polvorienta, ruda, árida y perdida de la Tierra; la encontré mientras caminaba a ninguna parte.




Sería incluso incorrecto decir que la encontré; fue ella quien se fijó primero en mi mirada perdida, en mi estado somnoliento permanente, en la patología mental que sufro que me hace ajeno a cualquier estímulo vital. “Ché, pero que tonterías dices tú estabas caminando por la calle y ella se fijó en ti por tu atractivo masculino y porque sencillamente se aburría sin su novio al estar día a día con las mismas amigas, en el mismo sitio, sin temas ya de conversación, haciendo exactamente lo mismo. Tú la salvaste (un momento) de la monotonía soporífera de su vida en aquel terrible pueblo”.



Podríamos decir incluso que nuestras personalidades encajaban precisamente al ser ambos diferentes, opuestos. Yo no vivía de realidades, ni viviré nunca de ellas, yo vivo de sueños estelados, de fantasías de LSD escuchando Champagne Supernova mientras la Luna proyecta una débil sombra en la que mi figura casi va desvaneciendo en el tiempo, en el maldito tiempo.