martes, 28 de febrero de 2012

Mario y Fred

Con la copa de whisky que Mario le había entregado en la mano Frederick comenzó a ojear los folios que Mario con su vieja Olivetti había escrito.

- ¿Qué te parece? 

- Muy bueno, ¿de quién lo plagiaste? - ironizó sarcásticamente Sir Frederick parándose a dar otro trago.

jueves, 23 de febrero de 2012

Dioses caídos

- Admirar a un genio fuera de su campo es rezar a un Dios caído del Olimpo.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Mario en la fiesta privada

Con una leve mirada a sus ojos, Mario inmediatamente reparó en que aquella aburridamente normal mujer no había asistido a aquella orgía por tedio o búsqueda hedónica del placer pues ni le gustaba follar.

Simplemente estaba allí otro fin de semana intentándo escaparse de su aterradora soledad.

sábado, 18 de febrero de 2012

El modelo de estado en España

El hecho de que el modelo de estado en España no sea históricamente consecuencia de una sola decisión valiente y sí de mil tímidos parchetones; bien explica que no satisfaga a casi nadie y parezca eternamente inacabado.

martes, 14 de febrero de 2012

A vueltas con Mario

Como buen argentino, Mario podía vender a su madre, engañar a su esposa o robar a su hermano; mas nunca traicionar a su equipo de fútbol.

sábado, 11 de febrero de 2012

Contra Aristóteles

El hombre que vive totalmente aislado no es un Dios ni un animal sino simplemente un tipo que no se aburre de sí.

jueves, 9 de febrero de 2012

sábado, 4 de febrero de 2012

La esperanza y la memoria (II)

Al recordar su conversación con Sir Frederick Gillingham y pensando en el consuelo de la memoria y la esperanza Mario soñó con ser un náufrago perdido entre el oleaje del inmenso mar.

Y dióse cuenta de que la esperanza de que algún barco era su única chance de sobrevivir.

Asimismo, el calor pegajoso de la noche mediterránea que entraba por su ventana le hizo desvelarse y creer que si tal vez el barco no pasare; la memoria le dejaría morir en paz.

jueves, 2 de febrero de 2012

La esperanza y la memoria

- La esperanza y la memoria; -pensó Gillingham en voz alta tras leer la tapa de un libro-.

- Consuelo de vivos, -dijo Mario antes de darle otra calada-.

- Pero ambas irreales.

- Frederick tenés un pensamiento jodidamente preconcebido.

- Sopréndeme, -le respondió con una media sonrisa escépticamente retadora.

- Tu actitud te delata, no hay nada nuevo que te pueda sorprender.

- ¿Has visto el culo de esa? - señaló con el índice poniéndose a reír-.

- ¡Qué humor de mierda teneís los pérfidos de la Albión!

- ¡ Y qué palabrería tan inútil los italo-argentinos!