Ella lo tomó de la mano. El vaivén de la mar llenaba cada silencio, cada gesto. Juntos siguieron surcos en la arena.
La luz de un Sol bajo super la faz de Mario le desveló. Miró a ambos lados. Íngrimo, soltó una carcajada de autofruición. Al levantarse, se dijo:
- Fue un bello sueño de una noche de verano.
La luz de un Sol bajo super la faz de Mario le desveló. Miró a ambos lados. Íngrimo, soltó una carcajada de autofruición. Al levantarse, se dijo:
- Fue un bello sueño de una noche de verano.