Salió Mario de la pieza que le mantuvo enclaustrado.
Se paseaba solari cuando vio pasar a una bella mujer. Siguió caminando hasta que reparó en que estaba a punto de perderla Dios sabe si para nunca.
Se paró a hablarle; a ella le agradaba su discurso y compañía. Pero Mario por un segundo miró a sus ojos y vio o quizá quiso ver un interés mayor.
Estaba convencido.
Con cara, voz y sobre todo mirada de galán le sugirió: "¿te importaría ser mi amante?"
Se paseaba solari cuando vio pasar a una bella mujer. Siguió caminando hasta que reparó en que estaba a punto de perderla Dios sabe si para nunca.
Se paró a hablarle; a ella le agradaba su discurso y compañía. Pero Mario por un segundo miró a sus ojos y vio o quizá quiso ver un interés mayor.
Estaba convencido.
Con cara, voz y sobre todo mirada de galán le sugirió: "¿te importaría ser mi amante?"