La batahola del tránsito acelerado de una ambulancia interrumpió aquel momento.
Mario Daniel reparó en el escrutante mirar de la joven e inseguro de sus posibilidades, sintió que dar un paso en falso podría ser la perdición en su objetivo.
- Se me está haciendo un poco tarde, tengo que terminar un par de demandas mercantiles - afirmó mirando su elegante reloj de muñeca-. ¿Quieres que te lleve a algún lado?
-No, no te preocupes Mario.
Entrambos se levantaron de las lamas de aluminio que componían las sillas de la terraza.
Mario se despidió con un afectuoso y caballeresco beso en la mano que fue correspondido con una sonrisa angelical que vista una vez no se podría acaso olvidar.
<> murmuró Mario casi en voz alta.
Mario Daniel reparó en el escrutante mirar de la joven e inseguro de sus posibilidades, sintió que dar un paso en falso podría ser la perdición en su objetivo.
- Se me está haciendo un poco tarde, tengo que terminar un par de demandas mercantiles - afirmó mirando su elegante reloj de muñeca-. ¿Quieres que te lleve a algún lado?
-No, no te preocupes Mario.
Entrambos se levantaron de las lamas de aluminio que componían las sillas de la terraza.
Mario se despidió con un afectuoso y caballeresco beso en la mano que fue correspondido con una sonrisa angelical que vista una vez no se podría acaso olvidar.
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