El Pacto de San Sebastián, 17 de agosto de 1930, fue el acuerdo por el cual, mediante la técnica del golpe de Estado, se estableció como objetivo el poner fin a la monarquía de Alfonso XIII y proclamar la Segunda República Española.
Sus
firmantes fueron Santiago Casares Quiroga –masón-, Marcelino Domingo Sanjuán
–masón-, Alejandro Lerroux –masón-, Alcalá Zamora, Manuel Azaña –se hizo luego
masón-, Fernando de los Rios –masón-, Jaume Aiguader, Carrasco i Formiguera,
Eduardo Ortega y Gasset –masón-, Luis Nicolau d'Olwer -masón-, Rafael Sánchez
Guerra, Álvaro de Albornoz –masón-, Fernando Sasiáin, Angel Galarza –masón-,
Diego Martinez Barrio –masón- y Matías Mallol Bosch.
Buena
parte de ellos pertenecieron al gobierno provisional de la República (14 de
abril – 16 de diciembre de 1931). Numerosos autores calculan que 7 ministros,
15 directores generales, 5 subsecretarios, 5 embajadores y 21 generales eran
masones.
Ferrer
Belimelli calcula que un 39 % al menos de los diputados electos en 1931 eran
masones. De todos los partidos excepto la Lliga Catalana y regionalistas vascos
y navarros. En el bienio republicano-socialista, 17 ministros, 17 directores
generales, 7 subsecretarios, 5 embajadores y 20 generales eran masones.
A
posteriori, en las elecciones de noviembre de 1933, las izquierdas salieron
derrotadas y tan solo fueron elegidos 55 diputados masones.