El 5 de junio de 2008 la juez Mercedes Alaya desestimó el recurso planteado por Lopera contra la resolución del 19 de marzo por la que se incoaron diligencias previas tras la denuncia interpuesta por Béticos por el Villamarín.
Postquam quince meses, tras haberse escenificado ventas del club que nunca devinieron, Alaya decidió investigar la conversión del Betis en Sociedad Anónima Deportiva. Quería conocer en detalle el número de acciones suscritas y forma de desembolso así como documentación de las acciones adquiridas por FARUSA y TEGASA. En marzo de 2010, la misma Audiencia Provincial resolvió un recurso presentado por Lopera y anuló la decisión de Alaya de ampliar la instrucción a la compra de acciones por FARUSA y TEGASA dado que no guardaban relación con el objeto de la denuncia ni se desprendía la existencia de apariencia de tipicidad penal.
En ese mismo mes de marzo de
2010, un informe pericial ordenado por Alaya cifró en una cantidad no inferior a 11 millones el daño que TEGASA provocó
al Betis entre los años 1993 y 1998. Entre otros perjuicios, FARUSA se habría
apropiado del 10% de la cuantía del traspaso de Roberto Ríos y el Betis habría
pagado los 308 millones del préstamo contraído por FARUSA para la compra de
acciones del club en el 92.
El 21 de mayo de ese mismo mes,
Alaya desestimó íntegramente la petición presentada por el Ministerio Público al
considerar, en oposición al Ministerio Fiscal, que los hechos investigados entre los años 1993 y 1998
no habían prescrito. Cruce de acusaciones entre la juez “dicho auto que fue recurrido por el Ministerio Fiscal lo fue por
motivos absolutamente ajenos al periodo de investigación ampliado […] (el informe de la Fiscalía) no es más que el
colofón de la postura de enfrentamiento dialéctico y procesal y de nula colaboración que ha tenido
dicho Ministerio Público, en la presente causa con el Juzgado Instructor” y
la Fiscalía “tras dos años de
investigación judicial, todavía no
se ha realizado la imputación de delito alguno a la persona
denunciada”.
El 6 de julio de 2010, tras fracasar en su intento de volver a Primera, Bitton Sport adquiere 59.925 acciones del Betis por 16.173.000 € a FARUSA que sólo dominaría en adelante el 1% del capital de la sociedad verdiblanca.