Bajo la presidencia de Kennedy y Lyndon Johnson, la CIA comienza a financiar a los servicios de información de Franco para tenerlos bajo sus órdenes.
La sede de la Contrainteligencia española, con sede en el nº 49 de la calle Menéndez Pelayo, no solo estaba financiada –personal e instalaciones- por la CIA sino que los delegados del servicio de inteligencia useño y del Mossad entraban y salían frecuentemente del edificio.
El control de la CIA era triple:
a) Financiero. La CIA pagaba con fondos reservados los encargos que hacía a militares españoles con cantidades ingentes en comparación con su salario.
b) Formativo. Estados Unidos ofrecía cursos de formación a los oficiales españoles en suelo americano. El objetivo era hacer proselitismo, tantear sus opiniones y conocer en profundidad rumores e intrigas.
c) Tecnológico. Los sistemas de escucha que usaba la inteligencia española eran no solo fabricados sino instalados por ciudadanos estadounidenses.