jueves, 1 de octubre de 2015

Sombras en la noche (CXLIV)

-La hubiera seguido hasta el fin del mundo para esperarla enfebrecido tras el cristal de su ventana...- arrullaba Mario fingiendo amor pretérito para embelesar a la bella dona con la que platicaba.

Mario ya la tenía. Ella escuchaba inocente como queriendo haber para su futuro la bernardina que Mario le relataba.

Cerró Mario Daniel la conversación con una caricia lánguida en la nuca y un beso.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Sombras en la noche (CXLIII)

Ella recordaba a Mario, el recuerdo no le servía.

Mario tenía por costumbre no recordar, creía que el pasado era eso, pasado, algo que nunca tendría más. 

Ni amor, ni dinero, ni cielo... ¿Para que carajo querría Mario un recuerdo?

jueves, 17 de septiembre de 2015

Sombras en la noche (CXLII)

Decidió Mario amarla, seguirla, hacer que su vida pendiera de sus actos y palabras.

Tenía el color de un valzer de amor; la esquivez de sus labios rojos, de su cabello dorado por el Sol.

Mario era un Dionisio que la buscaba como un niño busca su cometa bermeja en el cielo. Y el cielo era tan sólo el introito a una entrópica tempestad que ella cada segundo electrificaba...

jueves, 23 de julio de 2015

miércoles, 8 de julio de 2015

Sombras en la noche (CXL)

En la penumbra de la soledad Mario recordaba irritado a todas las bellas mujeres a las que sonriendo como un bobo había dejado escapar sin haber hecho siquiera acto de presencia dirigiéndoles la palabra.

Mario dio mil y un puñetes a la almohada. Uno por cada oportunidad desperdiciada, por cada dona que no osó besar.

domingo, 14 de junio de 2015

Sombras en la noche (CXXXIX)

Ella lo tomó de la mano. El vaivén de la mar llenaba cada silencio, cada gesto. Juntos siguieron surcos en la arena.

La luz de un Sol bajo super la faz de Mario le desveló. Miró a ambos lados. Íngrimo, soltó una carcajada de autofruición. Al levantarse, se dijo:

- Fue un bello sueño de una noche de verano.

miércoles, 8 de abril de 2015

La muerte de la Luz

Sigo corriendo
Aunque llegue jamás a la cima
Tras mi sombra está
Todo el tiempo que tiré

Con toda mi fuerza
Intento alcanzarte
Pero las lágrimas de la tormenta
Me devuelven siempre al mismo lugar

Me estoy hundiendo
Como una flor en un estanque
Mientras el cielo se lleva
Todo el amor que necesito

Tal vez
De niño no me enseñaron
Que suficiente tiempo
Nunca habría para hacerse viejo

Pero me daría igual
Si esta noche a bailar
Vinieras
Y con tu mano
Yo tocara
La luz del ocaso

lunes, 30 de marzo de 2015

Rimas de Primavera

Pasa tu primera
Si antes llegar quieres
La vida no espera
Yo iré despacio, aunque el tiempo mate
Pero a mi manera

sábado, 14 de marzo de 2015

El albor del alma

La pasión de recitar poesías
Sin leer palabras
Un grito de pasión no fingida
De juventud descarada
Una bizarra mueca de alegría
De inocente ignorancia

El recuerdo de una infancia perdida
De una luz olvidada

De la magia escondida
En el albor del ánima

sábado, 14 de febrero de 2015

Sombras en la Noche (CXXXVIII)

Olvidó todo lo que sabía, al conocerla.

Prístina ella y sus ojos.

Tanto que en un atípico ejercicio de honestidad, Mario no se atrevió a ensuciarla con su interesada lascivia.

viernes, 13 de febrero de 2015

Escápate a mi lado (II)

Ámame nena
Y llegaremos de la mano al cielo
Me pasé mil años rezando
Hasta que te encontré

Y ahora que eres mía
Seguiremos para siempre la luz del Sol
Si me dejas ser el único
Que te haga brillar

Y entonces, podremos
Escaparnos

domingo, 4 de enero de 2015

Sombras en la noche (CXXXVII)

El tiempo es algo que mueres mientras pasa, pasa mientras mueres y mata mientras vives.

sábado, 3 de enero de 2015