jueves, 18 de diciembre de 2014

Sombras en la noche (CXXXIV)

En la desesperación de la soledad emocional,en recogimiento,arrodillado en un templo remoto, enciendo una vela.

Me siento como un náufrago en la inmensidad del océano, mi cuerpo está cansado y dolorido, mi mente vacua de toda esperanza.

El eco de la loa de una vieja clueca intenta dormir mi alma. El abatimiento me acoge en su doliente silencio... ¿Encenderá Dios una luz en mí?

Tú que subes a la cima de la fe, ¿podrías contarme que se ve desde allí?

Seguiré mirando al cielo desde mi isla... ¿Encenderá Dios una luz en mí?




lunes, 8 de diciembre de 2014

Sombras en la noche (CXXXIII)

3 quinceañeras con la ilusión de buscar en un puto viejo inmaduro a un hombre de verdad.

Todo era un poco del color del denodado ánimo de las chicas por ser valoradas del pibe por follar rápido sin chotadas.




domingo, 23 de noviembre de 2014

Sombras en la noche (CXXXII)

Ni la gloria, ni ser envidiado, ni un fajo de billetes.

Una botella de whisky y tres quinceañeras en el banco de enfrente.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Escápate a mi lado

Quiero desaparecer
Y despertar a tu lado
Mi presente es
El tañer de mi pasado

Sueño contigo
Y con cada suspiro de tus labios

Escápate a conmigo
Volaremos encima de la niebla
Y tocaremos el brillo del Sol


viernes, 21 de noviembre de 2014

Sombras en la noche (CXXXI)

El tiempo iba besando el adiós del mundo, el tiempo se mataba a sí, el transcurso del tiempo era un suicidio lento pero ineluctable.

O acaso se abría el abismo del inconcebible -al menos intelectualmente- infinito como infinita es la ignorancia del que ignora ser sabio.


martes, 21 de octubre de 2014

Sombras en la noche (CXXX)

Era algo indigno ponerse a escribir poesía.

Comenzar a fingir sentimientos puros, hablar de ilusiones, glorias y magnas, grandilocuencias sin paralelismos en el corazón...

Nada poético era real. Un poeta es simplemente un iluso de alma con unas gafas de adolescencia que le hacen ver destellos y tinieblas allá donde solo el fango empapa hasta las cejas.

Pero un resquicio de amargura asomaba acaso como cuando se busca la mirada de una mujer hermosa y ésta no quiere corresponder.

Muere el poeta antes de morir

Allá donde un cabello se encanece, muere un verso

Va extinguiéndose la belleza

De la mano de un impasible segundero

Porque la ánima que no sabe de la vida

Solamente sabe de hermosura


miércoles, 15 de octubre de 2014

Sombras en la noche (CXXIX)

Las luces a cada 10 segundos iluminaban los huesos de su cara.

Acechaba Mario, con cara de interesado, buscando una mirada cómplice. No llegó. Ni falta hizo.

- ¡Qué vestido más feo!
- Feo tú

Mario soltó una carcajada teatralmente excesiva. Acto seguido, la asió suavemente de la nuca y entornando la testa dirigió sus labios a los suyos.

Ella repelió el movimiento.

Mario la miró alejándose con una media sonrisa pícara cabalmente acompañada de una mirada impúdica.

Al instante estaba en sus narices besando a una amiga.

Su rostro cambió.

Al rato tornó Mario.

- ¿Qué tal?
- Muy bien. Aquí bailando con mis amigas.
- ¿Te gusta mi amiga?
- Sí. Muy mona
- A mí no. Ven conmigo

[...]


miércoles, 8 de octubre de 2014

Sombras en la noche (CXXVIII)

Hay canciones, rincones, melodías e imágenes que la memoria se resiste a desterrar. Todo ello ayuda a ofrecernos una imagen falsamente bucólica del pasado.

Pero, ¿qué es el pasado sino el imperio de la memoria?

jueves, 2 de octubre de 2014

Sombras en la noche (CXXVII)

Metástasis intelectual.

Aquestas dos palabras escribía Mario Daniel en un cuaderno, subrayándolas una y otra vez en bermejo.

Elucubraba asaz fantasioso con un ser no sujeto al vaivén de la en lato sensu formación a la que estamos sometidos simplemente por ser hijos de un espacio y un tiempo; y por supuesto de un padre y una madre.

¿Cómo sería la mente y la moral de alguien no encadenado a la sociedad presente ni su historia?, ¿cuál sería el confín de una razón pura en mitad de la nada? -mientras escribe esto Mario se pregunta dónde está la nada y más concretamente su mitad-.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Sombras en la noche (CXXVI)

Los ex-novios de la amante... ¿Cúando habría perdido la virginidad?¿Con quién? ¿Qué le habrían hecho sentir los pibes?

Pero, ante todo, ¿para qué torturarse la cabeza con un pasado a prima facie insignificante?

A prima facie, porque el pasado siempre daría pie a comparaciones, añoranzas y demás desmanes de la voluntad y la memoria...

Mejor no pensar y pasar se decía Mario Danilo.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Sombras en la noche (CXXV)

Desde un viaje a la Luna hasta la pasión de una dama inaccesible.

Sencillamente nada que no fuera difícil tiene valor.

Simplemente otro y no tú, podría estar disfrutándolo sin esfuerzo.

viernes, 23 de mayo de 2014

Sombras en la noche (CXXIV)

Anodinas existencias pululando. Mario Daniel no veía otra cosa. Gente hablado de lo que otros habían hablado sobre ellos. Una telaraña social de tedio. Carencia total de innovación y locura mágica. La omisión como pedestal de la superioridad moral. Capacidad de transgresión capada.

¿Cómo iba a poder Mario Danilo aguantar a aquellos gilipollas sin una cerveza en la mano?


sábado, 17 de mayo de 2014

Sombras en la noche (CXXIII)

En la más absoluta ingrimitud de la noche iluminada por la siempre seductora iluminación de la Luna Llena, Mario Daniel se sentía un Dios apartado y por encima de la estupidez del mundo, de ese invento mundano gregario que es la imposición del bien y el mal.

A ese sentimiento de desdén propio de un ser superior (aunque lo fuese por diferencia) se unía otro mucho más romántico: nadie sabía dónde estaba ni qué hacía. Si moría tardarían uno o dos días al menos en hallar los huesos de su cadáver, carcomidos por los buitres que volaban en círculo sobre su cabeza ansiando carnaza.

Nada podía entorpecer la maravillosa sensación de recuperar una infinita libertad natural a diario perdida...

sábado, 10 de mayo de 2014

Sombras en la noche (CXXII)

- La pasión no puede ser domesticada- le decía una amante a Mario mientras este se fumaba un cigarro en la cama.

- ¿Lo leíste del anuncio de Bacardí, no?

- No tengo tu creatividad pajero de mierda.

- No la sufrís querrás decir.

domingo, 4 de mayo de 2014

Sombras en la noche (CXXI)

"El ocaso de la tormenta será el principio del amanecer dorado".

Con esa frase inscrita en una lápida Mario tornó la cabeza atrás para volver a mirar con garbo incrédulo.

Pero estaban allí la frase y el pensamiento de la posibilidad que se acogía a Mario con la firmeza del que agarra una mano sin querer soltarla sabiendo que pronto va a morir.

viernes, 2 de mayo de 2014

Sombras en la noche (CXX)

De la obsesión por el tiempo, ¿qué carajo es el tiempo?, que indefectiblemente huye sin retorno posible Mario tuvo una ensoñación.

La muerte besaba su rostro en un recóndito desierto tapando su cuerpo para perderse este por siempre bajo una nube inerte de polvo.

Pero, ¿qué ocurría con el alma?, ¿existe en nosotros algo eterno?, ¿muere todo lo que somos al morir nuestro cuerpo?

Lloraba Mario sin consuelo posible mientras bebía un café que con el sabor de las lágrimas contenidas sabía de un amargo entre los azulejos de su baño.

martes, 29 de abril de 2014

Sombras en la noche (CXIX)

Después de una noche de desenfreno mitad sucia mitad romántica, propia del bizarro romanticismo que a veces Mario hacia gala; ella inquirió:

- ¿Qué somos... novios, amigos con derecho a roce?

Tras una prudente pausa flemática Mario Danilo responde:

- Roce con derecho a amigos.

Ella soltó una carcajada y le dio un cachetazo intentando fingir de la peor manera posible que no era una fácil presa de Mario.

Mario tras otra prudente pausa la miró, sonrió y le agarro con fuerza un seno. Ella cerró los ojos y asió agitándole toda la...


domingo, 6 de abril de 2014

Sombras en la noche (CXVIII)

Tras aquella amable sonrisa se escondía un grito de desesperación tapado por esporádicos gemidos de placer y alguna que otra estúpida carcajada de borracha.

Seriamente Mario la miró, ella devolvió la mirada y sonrió mirando para otro lado para no querer prolongarla.

Ella esperaba a Mario y Mario no tenía ganas de esperar...

viernes, 4 de abril de 2014

Sombras en la noche (CXVII)

Buscaba, esta vez de forma paciente, la inspiración nuestro Mario Danilo en una noche de esas en las que el tiempo pasa muy lento.

Tanto, que hasta la respiración se obstruía, el aire se paralizaba y la conciencia era plena.

Y, ¡paammmmmmm!

Las pupilas se dilataban como si el cerebro se abriera para vertirse, en menos de un minuto el duende había llegado a su cabeza de la que un roñoso bolígrafo no era más que una extensión asida con saña.

Pero, la magia orgásmica de la inspiración había caído demasiado rápido; la propia naturaleza del gozo hace que la conciencia que tenemos de él sea instantánea.


¿Quién demonios va a mirar un maldito reloj mientras se corre?

jueves, 3 de abril de 2014

Sombras en la noche (CXVI)

De aquella chica nórdica guardaba Mario Daniel un recuerdo simpático a la vez que una sensación de incompletitud.

Era acaso imposible tener una relación de amistad ordinaria con una mujer a la que bien jodía si esta fuese mediterránea.

Tras esa sonrisa quizá verosímil de superior perfección se hallaba la intención lícita pero egoísta y algo desalmada de vivir probándolo todo al gusto sin dar cuentas de nada a nadie; y sin estar dispuesta a dejar surgir un vínculo que lo permitiera.


miércoles, 26 de marzo de 2014

Sombras en la noche (CXV)

"Quisiera poder llenar todo el vacío del universo con el simple recuerdo de tu mirada..."

Mario escribía y no tenía cojones de seguir esa cursilada. ¿Por qué carajo el artista iba a tener que estar perennemente fingiendo sentimientos cuando sólo le apetecía beber una cerveza?

lunes, 24 de marzo de 2014

Sombras en la noche (CXIV)

Los ojos de una mujer me cautivan, no porque sean una de las mayores atracciones que poseen, sino porque no domino mi miedo al acecharlos.

jueves, 20 de marzo de 2014

Sombras en la noche (CXIII)

Sentado al sol del parque leyendo un tabloide sensacionalista inglés con un porrito en la mano Mario oyó a un viejo decirle a uno que no lo era:

- Si vos vivís toda la vida haciendo lo que te conviene, vas a tener una vida remiserable. Mirá groncho cabezón, la única satisfacción que vas a poder tener a mi edad cuando seas un estorbo inútil e imposibilitado es haber sido coherente con lo que pensás.

Tirado el pocho y el diario, Mario caminó asustado de vuelta a casa para comer pensando que tal vez esa gilipollez amviciosa -permítaseme la falta- de tener las cosas claras y saber siempre adónde ir era una renuncia a la belleza y el placer de ser un nómada deambulante. 

En definitiva, la gente que sabía exactamente a dónde iba nunca descubrirá nada. Todo lo que había en el camino eran como obstáculos que deben a superar para llegar donde querían llegar, y resulta que  en los obstáculos estaba toda la aventura de de vivir.

Y ya todos sabemos -o deberíamos- que toda renuncia a vivir, toda renuncia al atrevimiento es una invitación a la muerte.

martes, 18 de marzo de 2014

domingo, 16 de marzo de 2014

Sombras en la noche (CXII)

Aún dormido, cayó Mario Daniel en la cuenta de que soñaba que estaba soñando. Y no deseaba de ninguna manera despertarse sino tan solo retener en su cabeza la fantasía que autogeneraba para después por la mañana solazarse con su recuerdo y con el siempre insuficiente análisis.

La magia de la onírica consistía en destruir las dos barreras -en realidad sólo una- de la vida: espacio y tiempo. Y dentro de ella.



viernes, 14 de marzo de 2014

Sombras en la noche (CXI)

La identidad perdida.

 Pretender volver a estar justo donde estuviste, sentir lo que sentiste y ser lo que solo allí fuiste.

Tus pasos te conducen hacia allí con la ilusión de volar la cometa con la fascinación con la que la hacías cuando eras un niño travieso y sin miedo...


miércoles, 12 de marzo de 2014

El viajero solitario

Yo soy un viajero solitario
Un capitán errante
Que a la nada conduce su navío

De una noche de verano
Soy tu sueño
De una lejana estrella ignota
En tus ojos su brillo

Soy el deseo de tu mirada furtiva
Y la sonrisa de un suicida que piensa en su destino

Supernova que muere en el horizonte
Santo con alma de bandido
Voluntad inerme del hombre
Que que vive y muere sin sentido



lunes, 10 de marzo de 2014

Sombras en la noche (CX)

La ingrimitud de la profunda noche trocaba el alma de Mario.

Al cruzar la calle, vio como la gigante Luna llena redundaba en una soledad diferente. Una soledad no carnal, de espíritu. La más cruel de todas ellas.

Pensaba que podría desvelar en vano toda aquella maraña de cavilaciones y recuerdos súbitos que le mantenían insomne. Tenía amigos, suficientes, pero ninguno de ellos ni con ni sin interés alcanzaría a comprenderle.

Entonces, con una muesca trocada en una media sonrisa taimada miró primero al suelo para a continuación alzar la vista posándola detenidamente sobre la infinidad de una estrella. Y reparó al soltar una carcajada vanidosísima en que el hecho de que nada de lo que había en su cabeza pudiera ser nunca repetido ni mucho menos representado por nadie le hacía un puto genio.

Y no en uno cualquiera sino en aquel al que el tiempo no llega a descubrir y por ello le tiene reservado el trono más único que existe, el de la singularidad.


domingo, 9 de marzo de 2014

Marinella

Y al igual que todas las bellas cosas
Viviste un sólo día como las rosas