miércoles, 15 de octubre de 2014

Sombras en la noche (CXXIX)

Las luces a cada 10 segundos iluminaban los huesos de su cara.

Acechaba Mario, con cara de interesado, buscando una mirada cómplice. No llegó. Ni falta hizo.

- ¡Qué vestido más feo!
- Feo tú

Mario soltó una carcajada teatralmente excesiva. Acto seguido, la asió suavemente de la nuca y entornando la testa dirigió sus labios a los suyos.

Ella repelió el movimiento.

Mario la miró alejándose con una media sonrisa pícara cabalmente acompañada de una mirada impúdica.

Al instante estaba en sus narices besando a una amiga.

Su rostro cambió.

Al rato tornó Mario.

- ¿Qué tal?
- Muy bien. Aquí bailando con mis amigas.
- ¿Te gusta mi amiga?
- Sí. Muy mona
- A mí no. Ven conmigo

[...]