lunes, 3 de noviembre de 2008

Sobre la "esencia" del hombre

El nacimiento de la Philos Sophia, estuvo marcado por aquel antiguo - y nuevo a la vez- afán teórico de explicar las cosas mediante las cosas mismas.

De ahí, podemos deducir según Parménides, que las cosas son y que no surgen de la nada ni se transforman en ella.

Está teoría presocrática sería la base de otras muchas que la completarían y corregirían.

Entonces, me asalta la duda, ¿es la esencia del hombre (por redundancia) un ser antropomorfe?
La esencia mortal está caracterizada por su animalidad al ser su esencia común a la del simio, como lo es el 99´9% de su ADN que, en este caso, de nada nos sirve.


Queda entonces claro, que el humano es sólo un producto híbrido, un conejillo de indias malconcretado, por el mismo vanagloriado en su desgracia, por no ser absolutamente nada, por encontrarse en la más absoluta indecisión e insapiencia de las cuestiones que el mismo se formula, por hallarse a medio camino entre el instinto fáunico y la racionalidad utópica sin poder elegir, renunciar o pertenecer a una refutando a la otra, por ir directo a la ruta sin destino, es decir la nada; por ser-metafóricamente hablando- como una maricona, que se siente mujer, pero posee entre sus patas una polla y dos cojones.