Ninguna faz tan inefable como la del horror. Ninguna palabra, expresión o gesto que pueda describir al horror.
Simply horror, simplemente el único horror que existe, el del hombre contra su existencia, su ser, su conciencia, sus relaciones, su persona y su mundo.
Desdén al paso bizarro de la decrepitud.
Nada como el recuerdo del horror desde su misma esencia.