miércoles, 22 de febrero de 2012

Mario en la fiesta privada

Con una leve mirada a sus ojos, Mario inmediatamente reparó en que aquella aburridamente normal mujer no había asistido a aquella orgía por tedio o búsqueda hedónica del placer pues ni le gustaba follar.

Simplemente estaba allí otro fin de semana intentándo escaparse de su aterradora soledad.