martes, 26 de noviembre de 2013

Sombras en la noche (CIX)

Sentíase Mario alienado, una vida no le era suficiente; ni la suya ni la del millionario más joven, guapo,famoso y despreocupado del mundo.

Todo lo definitivamente que nos permite ese tiempo de hoy marcado por esa prisa por vivir y hacer mil y una cosas sin pararse verdaderamente a solazarse con ninguna era lo que Mario veía de insuficiencias de la percepción.

Simplemente la incapacidad de permanecer quieto disfrutando del momento vivido sin tener ese pálpito de querer hacer y deshacer algo nuevo. Algo así como la voluntad contra la fruición de vivir; la irreprimible concupiscencia humana.

Y mientras esto pensaba, escribía con su elegante pluma con una letra cursiva bellísima: carencias en el orgasmo.

Acto seguido, Mario pensó que en un minuto había pensado demasiado y sin pensarlo se comió un paquete de papa frita mirando embobado el sugerente movimiento del orto de su vecina en un ajustado chándal.