domingo, 18 de octubre de 2009

Amor canino

Una mañana le pregunté al viejo:

- ¿Vos por quién mataríais?

- No mataría por una herencia, por un reloj ni un coche, por unos dineros ni por nada material. No mataría por mis primos, ni por mis hermanos, ni por mi mujer; ni mucho menos por los cabrones de mis hijos. Sabes, sólo mataría por mi perro, él es el único que me espera en casa con la lengua fuera, moviendo el rabo y mirándome con ojos saltones.

Ya va siendo hora de que nos amemos como perros.