viernes, 15 de mayo de 2009

Sobre el ateísmo

No lontano tiempo ha, un semi-afamado escritor devoto-apologético, recordóme la inexistencia del hecho de la no creencia en un Dios.

Es inmanente a la naturaleza humana la existencia de un Dei superior o ídolo al que seguir, por vulgar y estúpido que fuere.

Así que, infine podría afirmar (in)equivocamente que todo hombre necesita dotar de un sentido e itinerario a su vida, por irreal, utópica o autogenerada que fuese la deidad creada.

- Y aún así todavía habrán personas que como yo, creerán que son tan libres de no creer que creen en nada.