Las dudas asaltaban su cabeza; Mario no sabía qué hacer, ni que pensar, ni a quien querer.
- Tío, tú eres un hombre. Ese es tu puto error. Los hombres no piensan; hacen. Debes actuar como te dicte tu jodido instinto
- Tienes razón.
Sin embargo para esa mente tan insegura y fantasiosa era inadmisible dejar de contemplar posibilidades pasadas, presentes o futuras.