sábado, 10 de septiembre de 2011

Sombras en la noche (XCI)

La calle, ese espacio abierto donde confluían toda clase de individuos, era el escenario más directo y accesible para quién quisiera aprender las peculiaridades de la vida; los caprichos y normas del mundo. Y para quién no, ese potentísimo somnífero, esa droga abstrayente que hacía del mundo interior del hombre una realidad veraz y de la realidad una amable utopía, la ignorancia.