- ¿Tu crees que hay alguien que se haya masturbado pensando en si mismo, erectándose mientras se mira al espejo?
- ¿Además de mí? ¿Soy yo alguien?
- Que asqueroso eres de verdad. Me gustaría no creerte.
- Y que autosuficiente.
- Pero sólo has respondido parcialmente.
- Supongo que sí. Pero (cambiando de tono y actitud hacia el sarcasmo), ¿por quién carajo me tomas? ¿Qué piensas eh, que yo voy espiando, preguntando y metiéndome en el coco de la gente cuando se menean o se meten lo que sea?
- Ah, yo que sé; como viste a la tía esa desnuda en su casa…
- Yo soy un voyeur del arte. Y el cuerpo femenino, en ocasiones, lo tiene. No soy todavía de piedra, amigo mío.
- Seguro que sería tan sólo por contemplar la obra al detalle te ocurrió eso…
- A veces el arte nos trastorna las neuras.