martes, 22 de febrero de 2011

Del estado social al estado medioambiental

El escrito desarrollado a continuación abordará la temática del tránsito del estado social al estado medioambiental así como las diversas impresiones propias sobre las palabras pronunciadas por el profesor José Luis Bolzan de Morais el 29 de noviembre de 2010 a las 13:00 horas en el salón de grados de la actual facultad de Derecho de la universidad de Sevilla.




Comentario



En un momento histórico marcado en casi todos los ámbitos de la vida social por la crisis económica de 2008 (que ha azotado de forma especialmente intensa a nuestro país) en España se hace palpable un retroceso del Estado social marcado por la grave situación económica y que ha dado lugar a medidas que no hacen sino reducir la calidad de vida de los ciudadanos españoles tales como: supresión del “cheque bebé”, aumento de la edad de jubilación, congelación de las pensiones…



Este hecho amén del crecimiento de la miseria visible en nuestras fronteras; hace referencia al discurso en ocasiones catastrofista pero no falto de verdad pronunciado por el profesor Bolzan de Morais el cual aludía al anquilosamiento de las formas políticas hoy existentes para tratar este tipo de problemas así como los globales y medioambientales que serán tratados con posteridad.



Aludía el profesor brasileño, a la tendencia o el deseo en ocasiones contradictorio de más conquistas promotoras del bienestar social (con raíz marxista) que promuevan la igualdad; pero sin estar dispuestos los ciudadanos a tributar más, a ver sus posibilidades económicas amenazadas por los impuestos (ideología capitalista). En otras palabras, el conjunto de la población desea mantener o imponer las ventajas de ambos sistemas eliminando los inconvenientes tanto socialistas como liberales mediante el estado social de derecho que se ve desbordado ante tan costosas e inviables proposiciones (lo cual puede dar lugar al perniciosísimo aumento de la deuda pública). Un claro ejemplo de esto, es el descontento y las protestas populares dadas en el contexto particular de las vías de comunicación cuando el ciudadano se ve implicado en dos circunstancias excluyentes como son la obligación de pagar peajes al circular por autopistas pertenecientes al sector privado, o por otro lado el deber de contribuir con una mayor cuantía al mantenimiento y construcción de vías públicas.



Del mismo modo, cabe mencionar la existencia de un nuevo grupo social esencialmente joven surgido tras el reciente triunfo del el Estado de bienestar, el cual propone hacernos la vida más cómoda, fácil y feliz; originando la creación de un estrato de seres humanos débiles e inútiles, cobardes y confundidos, sin principios ni voluntad, sin razones para vivir, más allá del consumo y la diversión descontrolada, y cuyo propósito no es hasta hoy el buscar activamente un empleo que garantice la sostenibilidad del sistema en el futuro.

Por otro lado y pasando a la segunda parte del comentario, analicemos ya el origen de la problemática medioambiental la cual fue núcleo del discurso del jurista brasileño datado en la Conferencia de Estocolmo en 1972 en la cual las diversas naciones que integraban la ONU; acordaron luchar activamente contra el problema creciente de la contaminación del planeta.

La principal rémora que concierne a este problema, es como señaló el profesor Bolzan de Morais, su globalidad, es decir que afecta igualmente a todas las regiones geográficas del planeta independientemente de que hayan contribuido a generar polución o no.

Tradicionalmente, y aunque en multitud de contextos países externos fuercen a otros a abordar determinadas políticas, las naciones son soberanas e independientes dentro de su territorio y tienden además, a resolver su propia problemática y elaborar sus propias medidas sin atender a cuestiones ajenas. Un hecho desgraciado y condenable de obligada mención, fue el citado durante la breve mas brillante intervención del profesor Alfonso de Julios que señaló la construcción del estado sobre la exclusión, es decir, que sólo garantiza la eficacia y el disfrute de los Derechos Humanos en sus fronteras; negándolos a cualquier emigrante famélico sin documentación válida que quiera por necesidad quebrantar las barreras y leyes de extranjería vigentes y establecidas. De este modo, el bienestar de unos se construye sobre el malestar de otros. Y es que resultaría estúpido obviar la multitud de conflictos de intereses existentes entre cada comunidad e incluso dentro de ellas.

No obstante, el asunto del deterioro del medioambiente, no pone tan sólo en jaque a los países pobres o en vías de desarrollo sino también al mundo occidental desarrollado; lo cual compromete a las naciones más poderosas del mundo a buscar y aplicar soluciones a este respecto.

Lo expuesto, conmina a las naciones del mundo a la difícil tarea de construir un estado medioambiental sobre el social sin borrar u olvidar los avances de este, con el obstáculo aún mayor de la complicada circunstancia económica comentada inicialmente.

Como respuesta o solución a estos obstáculos que ponen en duda la sostenibilidad del planeta con una aceptable calidad de vida debemos inicialmente recurrir y confiar en la Organización de las Naciones Unidas la cual se encarga de solventar las mayores dificultades, injusticias y situaciones deplorables acaecidas en nuestro mundo. No obstante, numerosas voces e instituciones han puesto de manifiesto el fracaso más que evidente de la ONU en la resolución de emergencias tan relevantes como son la pugna contra el sida, el hambre, la implantación y cumplimiento de los Derechos Humanos o en la temática que más nos atañe, la lucha contra el cambio climático y la degradación de la biosfera.

Sirva, por tanto, como paradigma, la rotunda insuficiencia de las determinaciones tomadas en la cumbre de Copenhague celebrada en 2009 las cuales además no detentaban un carácter vinculante como la histórica firma sin ratificación de EEUU del protocolo de Kioto paradójicamente vicepresidido por el famoso activista Al Gore.

Estos fiascos parciales de la ONU, contrastan en muchas ocasiones con los éxitos que aunque relativos, cosecha la Unión Europea en su afán integrador, el cual promueve eficazmente la existencia de democracias implicadas con la sociedad; las cuales asumen competencias tan necesarias para el desarrollo y el bienestar común como son la educación o la sanidad así como en el respeto de los derechos fundamentales y también de los Derechos Humanos.

Como éxitos logrados tras el establecimiento de normativas medioambientalistas en el seno de la Unión Europea, cabe destacar prohíbe a los países ricos exportar sus desechos tóxicos a los países en desarrollo. Desde 2002 a 2008, el consumo de electricidad y agua ha descendido un 14% y 22% respectivamente. De igual modo, las emisiones de dióxido de carbono han decrecido un 7% así como la basura generada un 11%.



Por último, cabe reseñar la inversión pública en Europa de campañas de concienciación ecológica destinadas en especial a los más jóvenes.