viernes, 25 de diciembre de 2020

El negocio independentista

 

En España, país muy débil ante el poder de los amos del mundo y otras potencias extranjeras, el nacionalismo ha sido usado como un arma para someter a la nación.

Ni las élites ni otros países tienen el más mínimo interés en fragmentar España pero sí en mantenerla exangüe en pos de dominarla. Y no hay mejor manera que preservando siempre la llama del independentismo. Divide et impera.

Mientras tanto, los caciques vascos y catalanes y los mandamases de la estructura paraestatal autonómica, se forran.

Los primeros con un régimen fiscal cada año más privilegiado así como continuas prebendas. Los segundos con el Estado comprándoles más deuda que a nadie.