martes, 8 de diciembre de 2020

La transición (V): La creación del PSOE por la CIA

Hasta su ocaso, la actividad del PSOE en el franquismo había sido inexistente.

Los servicios secretos norteamericanos tenían como fin crear un partido “de izquierdas” para aniquilar a la izquierda comunista. Ya habían confeccionado antes el partido socialista portugués o el SPD alemán con el objetivo de “construir la democracia”.

Antes incluso de la muerte de Franco, los socialistas son protegidos del régimen. Son los oficiales del Servicio Central de Presidencia de Gobierno (SECED) los que les dan los pasaportes y la escolta para ir al Congreso de Suresnes.  Señala el capitán del SECED Manuel Fernández Monzón: “Cuando Felipe González volvió de Francia, después de haber sido elegido, un comisario de Sevilla le detuvo, creyendo que había dado un pelotazo. Se llevó una bronca tremenda y tuvo que soltarle enseguida, claro.” Añade el comisario Manuel Ballesteros: “la policía no sólo miraba para otro lado, haciendo la vista gorda, sino que a veces ayudaba a pasar la valija con la propaganda y los documentos internos del partido”.

La canalización de fondos hacia el PSOE, la UGT y la fundación Pablo Iglesias, se produce principalmente a través de la Friedrich Ebert Stiftung, fundación del SPD alemán. Esta fundación había financiado a los partidos socialistas de Grecia, España y Portugal, poco antes de que cayeran las dictaduras en esos países e inmediatamente después. El mismo Felipe González, tras entrevistarse con David Rockefeller en 1977 consiguió 12 millones de dólares. Asimismo, la propia CIA o los sindicatos amarillos americanos, que dieron más de 200 millones de pesetas a la UGT, contribuyeron a la causa.

Para conocer el ascenso al poder de González y Guerra en el Congreso de Suresnes es necesario conocer, en primer lugar, que Felipe González fue el elegido de Carrero Blanco, que le comunicó al líder de la CDU –partido conservador alemán- Gustav Heinemann que le rogara a Willy Brandt –jefe de la SPD y de la Internacional Socialista- la inclusión en la Internacional Socialista del PSOE renovado comandado por González. La falta de apoyos del exterior acabó con Rafael Llopis, exiliado y líder hasta entonces del PSOE, el pacto entre socialistas andaluces y vascos hizo el resto.